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Mostrando entradas de julio, 2008

de cuando la mariposa murió para mal

Un día, de repente, nadie se arriesgo. La mariposa no se fue dejando una nota suicida, ni con una manifestación a la que los ciudadanos estaban acostumbrados. Simplemente, se fue. Callada y pausadamente. Amaneció y ya nadie se enamoró. Los jóvenes, tantas veces vistos rompiendo paradigmas, no querían cambiar. Seguían siendo "ellos" pero sin eso que los convertía en "rebeldes". Nadie cuestionó la autoridad, ¿para qué? No había sentido. Nada lo tenía. Había en el viento algo. Esa fragancia que ningún diseñador se atrevería a vender. "Conformismo" era aquello que enviciaba el aire. Tal vez con un poco de "pesimismo", pero básicamente apestaban igual. Asimov lo había logrado, o al menos eso parecía. Los robots se dispersaban, pero parecían tan reales. Tal vez de esos de nueva tecnología que parecen humanos. O tal vez, y sólo tal vez, eran humanos. Total, no había diferencia. Fue un buen día para la humanidad, diría un historiador. Día de paz, diría ...

de cuando la mariposa murió para bien

Y un día, el azul, el amarillo y el rojo dejaron de pelear. Ya no gritaban "anarquía" unos, o "imposicionismo" los otros. Ya solamente era un mismo grito, un grito de sabiduría, uno de esos que añora el corazón cuando no le queda nada más que escuchar. Ya no hubo mas tiros, ni bombazos, mucho menos enfrentamientos directos. Ya todo quedaba reducido a un simple grupo, antidemocrático dirían los exigentes, pero mejor, dirían los nativos. Pero más importante: no más demagogia. Por fin acabarían las grandes peleas mediáticas. Los nativos salieron a las calles, esto era algo para enorgullecerse, para alzar el grito al cielo, el grito de libertad de esa opresión que significaba el juego maquiavélico de la política. Ya no más revoluciones ni derechos humanos.¿Para qué? no serían otra vez necesitados. Y poco a poco esta tierra se fue llenando de un ambiente festivo, casi irreverente. Y todos vieron cuando el águila voló, más alto de lo que nunca jamás había volado, y la ob...