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Mostrando entradas de marzo, 2018

Nube

Te subes en mi como quien cabalga al mundo como quien escala a la cima de la montaña más alta como quien juega en subeybaja. Tu, tan nube, elevada. Tan blanca, algodonosa. Llena de aire y de suspiros tan tormenta. Y yo, como campo llano recibo tus lloviznas como el vientre en valle que soy. Escarbado en la tierra tallado en la roca. Caen tus lluvias sobre mí y mi pecho canta porque por fin, sin darnos cuenta se ha acabado la sequía.

Manchame

Mánchame con tu sangre, tus pinturas con acuarelas tintas de tu ser con tonos carmines de tu llanto bajo Mánchame con arcoiris con café de ojos con negros de cabellos con blanco de tus pechos Tus colores, quiero tus colores en mi quiero el verde pasto de tu risa el rosa de tus entrañas el amarillo de tu mente Mánchame, píntame, haz arte con mi piel.

Voz es

Mi voz es viento es ave de mil sonidos es huracán de garganta. Mi voz respira chiquita y escondida en el fondo de la boca de la caverna del pecho. Mi voz te grita te susurra, te lastima te anhela, te suspira te ve y te necesita. Es un hueco de sonido es un tormento de palabras es discurso enternecido y hojas incendiadas. Es armonía es salitre es relámpago y es piano. Mi voz te busca silencio de mis mares arpegio de mi llano staccato de mi amor.

Haches

La letra muda de mi nombre significa mis silencios, mis pausas, mis elucubraciones. Cada pasito, cada respiración ahogada, cada reflexión callada, se ve simbolizada por esa hache estilizada de mi firma. Y así, en silencio, con el peso de una letra que se niega a sonar, mi nombre empieza, como empieza ya mi vida.

Aves, a veces

Quisiera ser ave, para atravesarte, cruzarte de pe a pa  en cada rincón. Recorrer tus nubes níveas, tus vientos mojados, remojados, tus tempestades. Pienso en volar, en recorrerte, en alas que trazan letras en tu azul, en dedos que marcan rayas de blancura, en picos que se introducen en tu sol semilla. Quisiera ser mirlo, pinzón, gorrión, paloma, cardenal. Quisiera ser todo un huracán, un arcoiris de plumas en tu añil.

Tuve

Yo tuve: varias entradas al cine, unos cuantos días de sol, la risa de varios niños, ramitas en el corazón, raíces sobre mis piernas, solsticios en mi mirada, cientos de razones vagas, algunas canciones raras. Variados bailes de salón, noches de vestir elegantes, mañanas de lagañas falsas, y cantos de mi esperanza. Tuve también: camas, almohadas y sábanas, miradas que son eternas, tuve centellas, tuve caricias, tuve alas y tuve escamas.

Dejar

Dejemos que los besos fluyan, a borbotones, a raudales, a ríos de huracanes. Dejemos que la saliva libre quinientas y mil batallas, contra el sentido común. Dejemos que la piel grite de sabores, de intenciones, de caricias, de canciones. Dejemos que las uñas rasguen, y arañen, y raspen, y muerdan, y enamoren. Dejemos que la lengua corra, y recorra, y recorra, y recorra.

Escondites

Escóndete en mi cuello, en ese espacio que queda, entre hombro y cabeza. En ese hueco se tapan, miles de huracanes, todas las tormentas. Esconde tus tempestades, de muchas noches cubiertas, de nubes encapotadas. Esconde también, si puedes, en mi cabello tu rostro, que es rostro de mil estrellas. Y si al final ambos, escondidos nos amamos, amémonos refugiados.

Treguas

Te propongo una tregua, en tu cama, en la mía, en la que sea, pero neutra. Rompamos lanzas, bajemos escudos, saltemos vados. Que sea nuestra piel la que juegue, reconociéndose a si misma en ti y en mí. Despliega tu bandera blanca, de pañuelos del aftersexo y del cigarro metafórico ,  de la conversación (y el abrazo) posterior. Reafirmate segura, insegura, tú. Que yo haré lo mismo. Dispondré de mi rifle, entregaré mis pistolas y vaciaré mis balas a tu lado. Lástima de aquéllos que se aferran a la violencia de la soledad. La nuestra es paz en compañía. Hagamos una tregua, pues, por ellos. Los ves venir, con su caminar pausado, sus migajas de pan en la solapa, su mirada larga y ensoñada. Hagámoslo por ellos, por que existan, por que sucedan. Hagámoslo por todos, los que de aquí empiezan, por los futuros que anhelan. Hagámoslo por nosotros, por la oportunidad de sabernos sabios y profundos, húmedos y llorosos, emotivos y sensibles, fuertes e imposibles. Hagamoslo por los cachorros,...

Esperanza

Son tus manos, es tu rostro, son tus labios, es tu todo. Son miradas, de las largas, las que dejan enseñanzas. Son caricias, que despiertan mil amores en el alma. Sin embargo, son eternas, son razones de esperanza. Sólo eso, y más nada, esperanza del mañana.

Algo

Hay algo en ella, ¿lo sabías? que es suave, que es la esquina íntima, que es nocturno y raso. Hay algo en ella, que es impermeable, inalcanzable, incontenible, irrompible. Hay algo en ella, lejano y distante, cercano y amable, preciso e indeciso. Hay algo en ella, que sin quererlo, sin desearlo, sin planearlo, solo yo he tocado.

Llenar

Lléname de tus locuras, las muchas, las independientes, las calladas, las irregulares. Lléname de tus locuras, de bordes raros y dientes cortos, de pelos lacios y enmarañados. Lléname de tus locuras, las que bailan, que cantan, las que comen, que alimentan. Lléname de tus locuras, pues, en todo momento, a cada instante, a cada hora.

Del mar

Quiero quedarme con el mar, quiero guardarlo en mi mirada, componerlo, ensancharlo, besarlo. Quisiera quedarme con él, entenderlo, abarcarlo, saborearlo, tocarlo. Quisiera saberlo mío, y del mundo, y de ellos, y de ellas, y de todos, pero mío.

Seguir

Sigamos, bailando, danzando, girando, rodando. Sigamos, trenzando, hablando, gritando, brindando. Sigamos, celebrando, consintiendo, comiendo, corriendo. Sigamos, pues, viviendo.

Partidas

Me iré cuando llueva de nuevo, cuando del cielo caigan estrellas, cuando el recuerdo traiga cometas. Me iré cuando se siembren esquelas, cuando los rayos perezcan, cuando aniquilen las pruebas. Me iré cuando vivir no sea suficiente, cuando amar no esté en mi agenda, cuando querer no valga la pena. Me iré cuando, si acaso, nos lleve la tristeza.

Contar

He perdido la cuenta de los besos sacrificados, de los abrazos de agujeros, de las miradas rotas. Sin embargo, todavía cuento los millones de silencios, los sesenta y nueve albures, las quinientas conversaciones redondeadas. De lo que en definitiva ya no llevo, ni registro ni recuerdo, mucho menos me imagino, porque no tiene lógica, porque es un sin sentido, es de las veces que en mi mente te he perdido.

Recuerdo

Aún recuerdo, la caricia perdida, el aroma suave, la brisa de tu voz. Aún recuerdo, el tierno tacto, el húmedo labio, la palabra de amor. Aún recuerdo, la caída de tu pelo, la medida de tu pecho, el espacio de tu sien. Aún recuerdo, la marca en tu costado, el ritmo de tu pulso, aún recuerdo lo de ayer.

Disfraz

Me disfrazaré de ti, de esas manías tuyas, y diré tus decires, y me inventaré de nuevo. Me disfrazaré de ti, y saldré a las calles, que seguirán iguales, aunque se vean sin cielo. Me disfrazaré de ti, de todo tu sentimiento, de tu frazada de coraza, de tu atavío de viento. Me disfrazaré de ti, para que nada duela, para que todo avance, para saberme tuyo.

Un día cualquiera

Un día cualquiera, verás, cómo regreso. Verás que llego, que vengo, que arribo. Verás que toco, que sueno, que camino. Un día cualquiera, que no será ya, tan común.

Tus abrazos

Son reales, son irreales. Son fantásticos. De madrugada, de luz diurna, de calma oscura. Sueltos, apretados, bailan siempre. Son duales, indefinibles, complementarios. Intranquilos, irresistibles, impresionantes. Tus abrazos, para finalizar, son tuyos, son tu esencia, son de ti pero míos.

Si mañana muero

Si mañana muero no quedará nada de mí, ni siquiera recuerdos. Si mañana muero, se acaban los abrazos, las lanzas rotas del futuro. Si mañana muero no habrá tristezas, supongo solo alegrías. Si mañana muero, la vida seguirá su curso, quinientos segundos después. Pero si no lo hago, si no sigo la senda final, la vida será igual.

Lunar

Luna lunera, lunario de lunares. Mapa estelar de puntos oscuros en lienzo blanco. Manchas de café en mantel de cielo. Lunáticos todos, de lunares lunares.

Broca y boca

¿Por qué hablaremos del corazón cuando hablamos del amor? ¿Por qué no, del cerebro, de mis piernas, de tus ojos? ¿Por qué la sangre lleva sentimiento? ¿No será mejor, la electricidad? ¿El pensamiento? ¿El movimiento? ¿Qué tiene el corazón que al hígado pone celoso? ¿Será su punto central, o será el pecho anguloso? Yo lo que sé, que no es mucho, lo sé, es que se ama con todo, hasta con los riñones. Se ama con lenguas, con áreas cerebrales. Se ama con sabias, profundas oteadas. Se ama con sabor, se ama con danzas. Se ama, al final, a grandes bocanadas.

Bailas

Bailas, sin tonada, sin pasos planeados, feliz. Bailas a tus anchas, pocas pero enormes, bailas con tus piernas, largas y sospechosas, bailas con tus manos, sin que nada se mueva. Sin música, sin melodía, tu baile fascina, ya que contiene los secretos del mundo. Sin rimas, sin acentos, tus decires bailan, precisando el mundo, describiendo el pasado. Y al bailar con tus autores, inspiraciones, maestros, bailas en tu vida, esquivando balas y metralla, gracia de elevada complejidad, y gran elegancia. Y así como entras, al escenario, a la vida, girando y bailando, así te marchas, como quien flota en el agua.