La realidad alterna...
Desperté, todo acelerado porque no había sonado el despertador. Tenía que apurarme, Biocel era mi primera clase del día y ya había apagado el despertador dos veces. Rápidamente, me puse mis chanclas, y con toalla y jabón en mano me dispuse a bañarme. Todo apresurado, me vestí, sin siquiera fijarme si lo que me había puesto combinaba de alguna manera. Tomé mis llaves, mi cartera y mi celular, y fue cuando me di cuenta, eran las 2 de la tarde. La clase de Biocel había sido en la mañana, y recordaba perfectamente haber estado, ido a comer con la banda de biomedicos y haber regresado a dormir una siesta. No pasó nada, nada mas me desperté pensando que era la mañana.
Me volví a dormir, no había dormido prácticamente nada. Caí intensamente en un sueño profundo del que mi mente omite ahora ciertas cosas, no se si por autosalvación o por crueldad literaria. Era un sueño delicioso, en donde el tacto del edredón frío y suave se conjuntaba con una alegría singular de estar en casa. Tal vez se podría decir que soñé que dormía, solo que en un lugar distinto al lugar en donde realmente descansaba. Y desperté, tanto en el sueño como en la realidad.
Me levanté de golpe, ya en la realidad, aunque el simple hecho de que un sueño suceda en tu imaginación no quiere decir que deje de ser real. Vi el celular, eran las 3:30. ¿Las tres con treinta de la tarde? ¡La clase de Pociones empezaba a las 3! Otra vez a correr. A cambiarme, ya que me había vuelto a poner fachoso, a agarrar mis cosas, mochila, cartera y celular. ¡Ah, mi agenda! No se me podía olvidar. La abrí, y resultó que era lunes. Los lunes no tenía Química. Sólo tenía clase con Lucio a las 4:30, es decir, en una hora.
Ok, me dije. Otra media hora de sueño. Esperemos que las realidades no se me vuelvan a entremezclar.
Me volví a dormir, no había dormido prácticamente nada. Caí intensamente en un sueño profundo del que mi mente omite ahora ciertas cosas, no se si por autosalvación o por crueldad literaria. Era un sueño delicioso, en donde el tacto del edredón frío y suave se conjuntaba con una alegría singular de estar en casa. Tal vez se podría decir que soñé que dormía, solo que en un lugar distinto al lugar en donde realmente descansaba. Y desperté, tanto en el sueño como en la realidad.
Me levanté de golpe, ya en la realidad, aunque el simple hecho de que un sueño suceda en tu imaginación no quiere decir que deje de ser real. Vi el celular, eran las 3:30. ¿Las tres con treinta de la tarde? ¡La clase de Pociones empezaba a las 3! Otra vez a correr. A cambiarme, ya que me había vuelto a poner fachoso, a agarrar mis cosas, mochila, cartera y celular. ¡Ah, mi agenda! No se me podía olvidar. La abrí, y resultó que era lunes. Los lunes no tenía Química. Sólo tenía clase con Lucio a las 4:30, es decir, en una hora.
Ok, me dije. Otra media hora de sueño. Esperemos que las realidades no se me vuelvan a entremezclar.
Comentarios
ojalá ya no te pase, galletito~~